Siendo escritora, Pilar Rodríguez Aranda siempre había iniciado sus videos en base a un guión previo. Deseando romper con esto, decidió crear un video como si estuviera componiendo un poema. En el 2004, luego de su divorcio, Pilar resolvió regresar a su ciudad de origen, México, y mantuvo un registro en diversos formatos: video, voz, notas escritas, y fotos. Con esos fragmentos y pedazos que reflejaban diversos momentos, pensamientos, miedos y entendimientos, Pilar trenzó un poema laberíntico (¿o es acaso una serie de poemas?) sobre el retorno a un lugar propio.
De cierta manera, este video visita de nuevo temas ya explorados en sus videos anteriores, La idea que habitamos y Ella es frontera, pero en esta ocasión, todos los textos son expresión propia y original de un trayecto personal y simbólico. Volver pero también internarse, y luego, salir: ritual que necesita ser verbalizado.
Solo a través de la palabra es que se puede definir el mundo. Como mujer que se adueña de su mundo al adueñarse de de sus palabras, ¿puede ella entonces dejar atrás sus miedos y dudas, todo lo construido alrededor y dentro de ella, pero que no era de ella? ¿Qué tan exacta puede ser para llegar a dicho centro? ¿Se puede perder circumnavegando un concepto? ¿Puede encontrar el camino de vuelta, o es ficción el regreso?
